La de tiempo que hacía que no me
sentaba frente a mi manzana preferida para escribir un post. Han sido semanas
muy densas en las que buscar un hueco para hacerlo, era casi imposible y cuando
lo tenía prefería compartirlo con mis amigos divagando sobre como arreglar el
mundo.
Este 2012 que acaba de concluir
ha sido un año muy enriquecedor para mi en todos los sentidos y el mejor de
todos cuántos he vivido hasta ahora… y estoy seguro de que el 2013 también será
el mejor de mi vida y luego vendrá el 14, el 15 y así sucesivamente…
Y no es que yo sea un iluso, en
absoluto, vivo la realidad, pero está en mi mano, hacer que ésta sea positiva y
llena de experiencias o negativa y llena de desavenencias.., y ya se sabe,
puestos a elegir me quedo con lo mejor, que no es otra cosa que llena mi vida
de vivencias, porque al final lo que nos queda, es eso, lo vivido.
Estas navidades han sido muy
especiales no solo para mi, sino para toda mi familia, mis padres celebraban su
50 aniversario de casados y lo hacíamos en un entorno espectacular. Sin duda,
debo lo que soy, en esencia, a ellos, gracias a los valores que me han
transmitido he podido ir forjando una vida de la que me siento orgulloso y en
la que soy inmensamente feliz.
Mirar a mi alrededor y ver que mi
familia está unida sin fisura alguna es una sensación muy reconfortante, máxime
cuándo ves lo fácil que le resulta a la gente vender sus miserias por un puñado
de dólares.
Cada nuevo año que iniciamos lo
hacemos repleto de nuevos propósitos, muchos se difuminan como tinta en agua,
otros, van cogiendo forma y se hacen sólidos.., cuando reflexionaba sobre mis
nuevos propósitos pude entender que antes de iniciar cualquiera de ellos tenía
q tener la certeza de que estaba preparado para llevarlos a cabo, es mejor marcarse
dos y cumplirlos, que diez y no desarrollarlos.
No obstante, más allá de nuevos
propósitos, metas u objetivos, lo más
importante es tener la certeza de que conocemos perfectamente quiénes
somos, que queremos y hacia donde vamos, de no saberlo, cualquier nuevo
propósito se desvanecerá, porque el pilar más importante para desarrollarlo, que
no es otro que nuestro yo, no será lo suficientemente sólido para impulsarlo.
Sean cuáles sean las nuevas metas
para cada uno de nosotros en el 2013, no debemos olvidar que una de ellas ha de
ser la de vivir intensamente cada segundo, pues como os decía al principio,
solo nos queda lo vivido y está en nuestra mano que esos momentos sean imborrables
en nuestra mente y corazón.
Feliz 2013.