Apunte histórico:
La búsqueda de la belleza y la lucha contra el envejecimiento cutáneo no es algo exclusivo de nuestra civilización, desde antaño y con los medios de cada época, esta preocupación ha sido una constante y la historia es testigo de ello.
Al igual que han existido en el mundo del arte corrientes muy diversas como el renacimiento, gótico, barroco, etc… la disciplina de la medicina y cirugía estética también ha evolucionando mostrando tendencias muy diferentes a lo largo de los años.
Afortunadamente esta disciplina de la medicina es dinámica y evoluciona constantemente hacia la mejora en procedimientos y materiales debido al esfuerzo en investigación y desarrollo de nuevos productos.
Una de las civilizaciones que más influencia ha tenido sobre la belleza generando iconos como el de Nefertiti, ha sido la egipcia, su pasión por la estética era tan importante como el arte o la religión. No es de extrañar, puesto que los faraones y sus cortes fueron los propulsores de la cosmética y maquillaje a través de fórmulas secretas que hoy forman parte del legado de este pueblo.
Griegos y romanos continuaron con esta preocupación por el cuidado de la imagen con nuevas tendencias hasta que en la edad media y debido a la austeridad general de la época la belleza entra en declive, el mundo está más pendiente de sus guerras y epidemias que de los cuidados personales, finalmente, en el renacimiento resurge el interés por la estética quedando no solo reflejada en al imagen personal sino también en el arte de la época, el hombre empieza a entenderse como un “todo”. Sin duda fue Italia el país propulsor y abanderado de la moda y la belleza en Europa.
Durante el siglo XVIII y hasta la revolución francesa el auge continúa, periodo en el que vuelve a devaluarse para volver nuevamente con fuerza y aires renovados marcando nuevas tendencias.
En nuestra era, el aumento de labios ha sido una técnica practicada desde el principio, si bien, no con los mismos materiales de infiltración. Actualmente son los productos reabsorbibles los más usados y demandados debido a la naturalidad de sus resultados y a lo inocuo del procedimiento.
Técnica de infiltración:
El aumento de labios es una técnica sencilla que puede realizarse en poco más de treinta minutos mediante infiltraciones de ácido hialurónico. La aplicación de frio local, anestesia tópica (en crema) o anestesia troncular (infiltrada, como la de los dentistas) pueden hacer el tratamiento mucho más confortable para el paciente, no obstante, la tendencia actual es practicar el procedimiento con materiales que ya llevan incorporada la anestesia en forma de polvo, simplificado aún mas el procedimiento.
Ácido hialurónico:
El ácido hialurónico es una sustancia que se halla presente en nuestro organismo de forma natural, los avances en medicina estética han permitido fabricar este producto de manera sintética con diferentes grados de densidad aportando hidratación y volumen a la mucosa labial. Puesto que la forma y grosor de los labios es completamente diferente, no usaremos la misma cantidad y densidad de producto en labios finos que en labios gruesos.
La personalización del tratamiento es fundamental para obtener unos resultados naturales y altamente satisfactorios para el paciente. La ventaja de este tipo de productos es que son sustancias seguras y reabsorbibles cuyos efectos estéticos son reversibles, de este modo se adaptan al paso del tiempo.
Después de la infiltración:
Después de la infiltración podrían producirse algunas reacciones, la más común es el enrojecimiento de la zona inyectada, inflamación, picor, hematomas y otras molestias leves, en cualquier caso, son reacciones son transitorias y desaparecen poco después de la inyección.
Resultados del tratamiento con ácido hialurónico:
Es fundamental, en cualquier procedimiento de medicina estética, elegir un profesional cualificado que nos transmita confianza, de esto modo evitaremos sorpresa alguna en los resultados finales.
El efecto del ácido hialurónico suele durar entre 6-9 meses en función del grado de reticulación, de la edad del paciente, del estilo de vida, etc.., en algunos casos puede prolongarse más tiempo, incluso hasta un año.
Indicaciones:
En pacientes que deseen restaurar el volumen de la mucosa labial o definir su perfil.
Contraindicaciones:
Estás son las más frecuentes, pero debes consultar a tu médico en todo momento.
Hipersensibilidad al producto.
Pacientes con sensibilidad a la lidocaína, en el caso de que ya esté incorporada al ac. hialurónico.
Infección o inflamación de la zona a infiltrar.
No se recomienda la infiltración tras tratamientos ablativos o peeling profundos.
Enfermedades autoinmunes.
Embarazo o durante la lactancia.
Consejos domiciliarios.
Es conveniente hidratar el labio con vaselina durante los primeros días al tiempo que lo masajeamos con los dedos índice y pulgar para asegurarnos una correcta homogenización del producto, al menos durante la primera semana.
En el caso de la aparición de:
Herpes: se recomienda tratamiento tópico frente al mismo y oral si lo necesitase. Aunque ante sintomatología recidivante se suele hacer profilaxis previa al conocer los antecedentes del paciente en la historia clínica.
Hematoma: pueden utilizarse precursores de la vitamina K para facilitar su desaparición.
Hoy en día, gracias a la evolución de los nuevos materiales, la hidratación o aumento de labios, se ha convertido en uno de los tratamientos más demandado por los pacientes.
Sergio Fdez.
Sergio Fdez.
