La cosmética es un mundo fascinante, que al
igual que la informática, evoluciona tan rápido, que a veces es imposible estar
al día de todos sus avances.
A veces las casas comerciales utilizan
nombres imposibles de complejos patentados con acción revolucionaria sobre la
piel, que no dejan de ser importantes reclamos marketinianos para inducir la
compra de productos cuya efectividad no está contrastada.
La apuesta por lo natural en la medicina
estética, dejando atrás las corrientes exageradas del pasado, ha propiciado que
la cosmética también de un giro y apueste por componentes naturales, de acción
reconocida, en la preparación de sus productos.
La soja, especialmente conocida en nuestro
país como preparado lácteo de elección durante la menopausia y en los
intolerantes a la lactosa, ha resultado ser especialmente útil en el cuidado de
la piel.
Originaria de China y Japón, aunque
actualmente su cultivo en América se ha disparado, la soja, posee una gran
cantidad de proteínas que oscila entre un 30 % y 45 %. , es decir, el doble de proteínas que
la carne y de la misma excelencia, pero además de éstas, no podemos olvidarnos
de su riqueza en isoflavonas (fitoestrógenos) objeto de especial atención y
estudio en los últimos años ya que pueden actuar en el organismo de un modo muy
parecido a los estrógenos, de todos los fitoestrógenos, las isoflavonas de la
soja, son los más potentes aunque su acción no se puede igualar al poder de
actuación de los estrógenos.
Acción
sobre la piel
A nivel cutáneo,
actúan como antioxidantes y neutralizan los radicales libres, aumentan la
síntesis de colágeno, mejorando la elasticidad de la piel, y su hidratación.
Numerosos estudios avalan las propiedades de estimulación de la
renovación celular y de la protección de las fibras de colágeno (test in
vitro), al inhibir la formación de enzimas que degradan tanto a este como a la
elastina. Por tanto, al proteger la estructura elástica de la piel, las
isoflavonas de soja contribuyen a preservar su firmeza y su densidad.
Por otro lado, poseen la propiedad de poder hidratar la epidermis mejorando su aspecto y luminosidad
ya que al igual que los estrógenos ayudan a mantener la capacidad de la piel de
retener agua.
Otras
acciones
Actuan
como estrógenos femeninos mejorando los síntomas de la menopausia.
Favorecer
la absorción de calcio.
Prevenir
la osteoporosis.
Disminuir
el colesterol total y colesterol LDL o malo.
Mejora
el sistema inmunológico
El uso frecuente de cosméticos
que posean isoflavonas de la soja ayudarán a mantener el trofismo de la piel
siempre y cuando la formulación de los mismo tanto en concentración como en
composición sea la adecuada.
Como apunte personal diré que en
toda disciplina cosmética el ácido retinoico no puede faltar por su importante
acción de mejora de la piel tanto en tono como en la corrección de
imperfecciones y arrugas superficiales. Sobre esta molécula hablaré mas
detenidamente en otro post.
See you soon!
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