lunes, 7 de enero de 2013

Antes de iniciar un nuevo propósito...


La de tiempo que hacía que no me sentaba frente a mi manzana preferida para escribir un post. Han sido semanas muy densas en las que buscar un hueco para hacerlo, era casi imposible y cuando lo tenía prefería compartirlo con mis amigos divagando sobre como arreglar el mundo.

Este 2012 que acaba de concluir ha sido un año muy enriquecedor para mi en todos los sentidos y el mejor de todos cuántos he vivido hasta ahora… y estoy seguro de que el 2013 también será el mejor de mi vida y luego vendrá el 14, el 15 y así sucesivamente…

Y no es que yo sea un iluso, en absoluto, vivo la realidad, pero está en mi mano, hacer que ésta sea positiva y llena de experiencias o negativa y llena de desavenencias.., y ya se sabe, puestos a elegir me quedo con lo mejor, que no es otra cosa que llena mi vida de vivencias, porque al final lo que nos queda, es eso, lo vivido.

Estas navidades han sido muy especiales no solo para mi, sino para toda mi familia, mis padres celebraban su 50 aniversario de casados y lo hacíamos en un entorno espectacular. Sin duda, debo lo que soy, en esencia, a ellos, gracias a los valores que me han transmitido he podido ir forjando una vida de la que me siento orgulloso y en la que soy inmensamente feliz.

Mirar a mi alrededor y ver que mi familia está unida sin fisura alguna es una sensación muy reconfortante, máxime cuándo ves lo fácil que le resulta a la gente vender sus miserias por un puñado de dólares.

Cada nuevo año que iniciamos lo hacemos repleto de nuevos propósitos, muchos se difuminan como tinta en agua, otros, van cogiendo forma y se hacen sólidos.., cuando reflexionaba sobre mis nuevos propósitos pude entender que antes de iniciar cualquiera de ellos tenía q tener la certeza de que estaba preparado para llevarlos a cabo, es mejor marcarse dos y cumplirlos, que diez y no desarrollarlos.

No obstante, más allá de nuevos propósitos, metas u objetivos, lo más  importante es tener la certeza de que conocemos perfectamente quiénes somos, que queremos y hacia donde vamos, de no saberlo, cualquier nuevo propósito se desvanecerá, porque el pilar más importante para desarrollarlo, que no es otro que nuestro yo, no será lo suficientemente sólido para impulsarlo.

Sean cuáles sean las nuevas metas para cada uno de nosotros en el 2013, no debemos olvidar que una de ellas ha de ser la de vivir intensamente cada segundo, pues como os decía al principio, solo nos queda lo vivido y está en nuestra mano que esos momentos sean imborrables en nuestra mente y corazón.

Feliz 2013.