La carrera de hoy, tenía un
significado muy especial para mi pues ha sido la primera oficial, tras el alta definitiva de mis problemas
cardiacos que hicieron acto de aparición a finales de Enero.
Al principio, todo parecía
bastante confuso a la par que inquietante, pero finalmente y tras múltiples
pruebas encontraron el modo de cómo intentar tratar lo que me estaba pasando.
Para alguien que necesita tener
su dosis habitual de deporte, que te “obliguen” a parar en seco es un jarro de
agua fría, sobre todo cuando tampoco sabes si algún día vas a retomar la
actividad.
Creo que he sido un buen
paciente, desde luego, disciplinado, algo que no solemos ser los médicos pero
en este caso, no me quedaba más remedio porque me “jugaba demasiado”.
Hace dos semanas, Oscar, el
cardiólogo que me había estado siguiendo pronunció las palabras mágicas:
“Sergio, olvídate de lo que te ha pasado, no más medicación, no más ecos, pero
no me hagas locuras y modérate con el deporte” y fue él mismo quien añadió, “con
todo lo que ha pasado deberías correr la popular del corazón que organiza la
sociedad española de cardiología” y obviamente le dije q si, que mejor modo de
empezar de nuevo que apoyando la investigación y previniendo la obesidad.
Cena ligera, desayuno con
hidratos, pero no demasiado copioso y derecho a la Casa de Campo, el metro se
empezaba a llenar de corredores, a pesar de un día poco apacible, nublado y con
chubascos intermitentes, como dirían los del tiempo, pero ni eso, ha podido
contra los casi 3000 corredores que se daban cita en esta carrera.
No había tenido tiempo de
prepararme como me hubiese gustado, pero la estrategia era clara, DISFRUTAR.
Pienso que el deporte solo reporta bienestar si realmente provoca satisfacción,
cuando te olvidas de eso y te vuelves “mercenario” entras en otra dinámica en
la que lo que prima no es precisamente la sensación de disfrute y eso es algo
que no va conmigo.
Los primeros 5 km los había
comenzado a muy bien ritmo, siempre en el grupo de cabeza y sin perder las
referencias de la gente que me había marcado, a partir del km 7 me sentía
perfecto, recordé las palabras de mi cardiólogo, olvidé el miedo al síncope y
empecé a subir el ritmo de carrera adelantando participantes como si de
repente, el espíritu de Fernando Alonso me hubiese poseído y buscando nuevas
referencias para seguir progresando, justo en los últimos 800 metros en el iPod
sonaba una de mis canciones preferidas de David Guetta “Night of Your Life feat Jennifer Hudson” y ese fue el
aliento definitvo para hacer una buena carrera, el 150, de 1300 participantes
en mi categoría.
Agradecimientos mil, a los más íntimos
de mi vida, en especial a mi colega, amigo, “salvador” y mejor cardiólogo, Óscar
y como no a mi hermano a quien hoy he echado mucho de menos a mi lado, porque ambos
sabíamos la importancia de esta popular, eso si, en la próxima de 10 noviembre www.carreramarca.com lo celebramos,
obviamente con la camiseta merengue!
Feliz.., no dejes de practicar ni de compartir el deporte
con los demás.